8M
URGENTE LAVAR ENTRE TODOS.
por: Marisa Garza.
El 8M se conmemoró en Monterrey con una marcha pacífica, ordenada, con saldo blanco, en la que miles de mujeres externaron su hartazgo y exigieron un alto a la violencia feminicida que sitúa a México en uno de los países con más altos índices de violencia de género en el mundo.
Acudí sola, y desde que ingrese al vagón del metro en la estación talleres, sentí una energía diferente, una marea violeta inundaba el vagón en el anden, mujeres con carteles, mujeres en grupos de amigas, no solo jóvenes, mujeres de todas las edades, porqué en este país no importa la generación que seas cada una ha sido marcada por la violencia contra la mujer, no necesitamos invocar el pasado para decir que a las mujeres de antes les tocó peores condiciones, que ahora todo ha cambiado, que somos más civilizados, menos bárbaros, porque la oscura realidad es otra, el presente bimestre del año (enero - febrero 2022) fueron reportados 122 feminicidios con una crueldad extrema contra las mujeres. Un ejemplo es el hallazgo de la cabeza de una mujer en el interior de una hielera en Monterrey. En 2021 se reportó la cifra más alta de feminicidios en México. Tan solo con los casos registrados, fueron un total de 1,004 feminicidios en 2021. Un 2.66% más que en 2020, reportó EFE. Las autoridades siguen sin atender esta violencia.
El pasado y presente tienen el común denominador de la violencia de género, por eso se marcha, por eso son las protestas, es la razón por la que miles de mujeres, los medios conservadores dicen que 5 mil, pero éramos más, más de 20 mil, tal vez 25 mil congregadas en la Explanada de los Héroes en Monterrey, N.L. Unidas, marchando, alzando el puño bien alto cuando guardamos silencio por las mujeres asesinadas, mutiladas, descuartizadas, desolladas, el contingente hacia silencio por la memoria de las hijas, las madres, las hermanas, las amigas, que nos arrebataron las manos de hombres, que no en todos los casos pero sí en muchos, el mismo hombre que jura cuidar y proteger, termina siendo cruel verdugo.
Marchamos las sobrevivientes de esa violencia, porque te sorprendería conocer historias de tu madre o de cualquier mujer a tu alrededor de cómo al menos una vez en su vida ha sido victima de la violencia de género, desde la amenaza disfrazada de piropo, hasta historias de terror que las mujeres sorteamos para sobrevivir todos los días.
Me tocó marchar con mujeres que era su primera vez, una de mis actrices, la madre de una querida amiga actriz y bailarina, las dos querían estar ahí exigiendo justicia para las víctimas de esta inaceptable violencia que vivimos las mujeres, fuimos marchando empoderandonos con los cantos: “Mujer escucha esta es tu lucha”, “No somos una, no somos cien, pinche gobierno cuéntanos bien”, “La que no brinque es macho”, entre otros cantos.
Pude tomar registro de esa parte del contingente en el que mujeres empujaban carriolas, en que iban cuidando de sus adultas mayores, y de mujeres que iban realizando pintas en los negocios durante el recorrido, no puedo sentir la rabia suficiente para demoler hasta el último de los escombros de esta ciudad, pero entiendo perfecto las mujeres que siguen gritando justicia ante los oídos sordos de las autoridades y la sociedad, no les estorbo en la necesidad de quemar y derribar monumentos, como lo dice nuestro bello himno nacional: “Y sus templos, palacios y torres se derrumben con hórrido estruendo…”
Al siguiente día el 9M personal de limpia hombres y mujeres realizaron el lavado de paredes y pisos, las preciosas manos de señora primera dama del Estado tomó la escoba para barrer los restos de cristales rotos, nuestro gobernador pintando el mismo las paredes del vestíbulo de la casa de gobierno, muy lindas las fotos de instagram.
Y lo principal no solo al gobernador sino a cada uno de nosotros como sociedad, tengamos la misma urgencia que sentimos por el lavado de paredes, Es URGENTE lavar entre todos la sangre de la que México está manchado, un río de sangre que no solo no hemos podido parar si no que cada día parece ir en aumento.
Las pintas del graffiti deberían seguir ahí como testimonio de que nos están matando solo por ser mujeres, y que esas paredes sean lavadas hasta que este estado sea realmente lo que el gobernador y su mujer prometen en sus spots, “Nuevo León, el mejor lugar para vivir”
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